LA TECNOLOGÍA CAMBIA LA FORMA DE VOLAR
El viaje del futuro empieza en casa. Cuando elegimos asiento. Si vamos a volar muchas horas, al menos que podamos elegir al lado de quien vamos a pasarlas. Una compañía aérea permite que los pasajeros añadan a su reserva los datos de sus redes sociales. Para evitar sentarnos junto a quien no queremos o aprovechar el viaje para hacer negocios.
Para embarcar sólo necesitaremos nuestra cara. Ese momento de buscar la tarjeta de embarque y el DNI se acabará pronto. Ni siquiera habrá que llevarla en el móvil. Un análisis biométrico permitirá identificar a cada pasajero mucho más rápido y de manera más fiable.
Otra opción es la huella dactilar. De esta manera no habrá riesgo de perder el móvil o la tarjeta de embarque, nuestro billete es nuestro cuerpo. Ya se está probando en varios aeropuertos.
Las largas escalas también cambiarán gracias a internet. Si dura más de 6 horas, en el aeropuerto de Ámsterdam ya se puede hacer esto. La compañía aérea pone en contacto a viajeros con habitantes de Ámsterdam dispuestos a hacer de anfitriones. 'Escala con un local' le llaman, e incluye billete de tren al centro y unas horas de turismo diferente.