DILEMA ÉTICO
Son los coches del futuro, vehículos autónomos capaces de todo, o casi todo, porque aun no saben pensar, hay que programarlos y decirles qué hacer en situaciones límite. Eso se hace con juegos como el llamado máquina de la moral, en el que los investigadores nos plantean dilemas éticos: ¿Es mejor atropellar a un grupo de personas o sólo a una? ¿Y entre un humano y un animal?
Las respuestas son difíciles, y la respuesta depende de a quién se le pregunte, sobre todo si la situación se complica: ¿Qué ocurre si quien cruza la calle es un anciano o un niño? ¿Y si hay que elegir entre un ejecutivo o un indigente?
Cuarenta millones de personas han contestado a estas mismas preguntas y hay unanimidad: valoramos la vida humana, pero las respuestas son diferentes dependiendo el continente.