Inteligencia Artificial
Europa debatirá una regulación pionera que limite el uso de la IA, para que las nuevas tecnologías no supongan un peligro para la humanidad.
Voces replicadas de cantantes, avatares personificados en sacerdotes que dan sermones y drones controlados convertidos en armas mortales. Estas son algunas realidades creadas por la Inteligencia Artificial en las últimas semanas. Los constantes avances de esta nueva tecnología hacen que Europa busque una ley mundial para regularla.
Por ende, el Parlamento europeo debatirá esta tarde la primera regulación del mundo que limitará el uso de la Inteligencia Artificial. Esta ley histórica pretende conseguir un funcionamiento responsable de la tecnología y garantizar una mejora de sus condiciones de uso y desarrollo.
Esta regulación pionera a nivel mundial es una normativa que busca aprovechar los múltiples beneficios de esta tecnología. No obstante, también pretende combatir los riegos que supone tajantemente.
La aplicación de la ley
La Unión Europea tiene claro que es el momento para impulsar la nueva ley mundial. Incluso, hace unas semanas, Bruselas ya propuso a las empresas que etiquetasen de forma clara los contenidos generados por Inteligencia Artificial.
Alguna de las aplicaciones de esta primera regulación serían, por ejemplo, la obligación de etiquetar aquellas fotos o videos generados por Inteligencia Artificial para que su naturaleza quede clara. Esta limitación busca hacer frente a la desinformación que provoca la incertidumbre de la veracidad aparente de imágenes falsas construidas por la IA.
Además, esta ley también prohibirá cualquier vigilancia policial que sea masiva.
El peligro que la IA supone
"Son los propios gigantes tecnológicos los que reconocen que temen lo que son capaces de hacer los productos que ellos mismos han creado" ha recordado un eurodiputado esta mañana.
Hace unas semanas, el Centro para la Seguridad de la Inteligencia Artificial emitió un documento de 22 palabras, firmado por 350 altos cargos y respaldado por 100 creadores de la IA, que alertaba sobre el "riesgo de extinción" para la humanidad que supone la nueva tecnología. "Mitigar el riesgo de extinción de la IA debería ser una prioridad mundial junto con otros riesgos a escala social, como las pandemias y la guerra nuclear", sentencia el documento.
El claro objetivo de este breve texto era llegar a la situación actual: generar el debate sobre los peligros urgentes y relevantes de este tipo de tecnología. "Puede ser difícil expresar inquietudes sobre algunos de los riesgos más graves de la IA avanzada. La siguiente declaración sucinta tiene como objetivo superar este obstáculo y abrir la discusión", indica el texto introductorio del escrito. Un mensaje que, al parecer, se ha convertido en realidad con el debate de la nueva ley.