ESTUDIO PUBLICADO EN 'AMERICAN OF TROPICAL MEDICINE AND HYGIENE'
Un grupo de científicos de diferentes partes del mundo han llevado a cabo en una zona rural de Tanzania, una serie de investigaciones con las que han descubierto la fórmula de detectar gusanos intestinales a través del iPhone. Para ello han usado una lente de cámara junto con el teléfono de Apple, con lo que crearon un telescopio improvisado. Con esta herramienta analizaron las heces de los niños tanzanos.
Gracias a estos microscopios, los investigadores detectaron la presencia de huevos de anquilostosmas y otros parásitos en las heces de niños infectados. Los resultados fueron rotundos y exitosos, este microscopio espontáneo, fue capaz de detectar un 70% de los huevos depositados por larvas. Reconocen los científicos que no es tan exacto y sensible como el microscopio profesional, pero que "podrían conseguirse grandes mejoras con pequeños ajustes", comenta uno de los investigadores.
Alto riesgo entre la infancia
Bogoch, uno de los científicos que encabezaron dicho estudio ha transmitido gran optimismo "Los microscopios creados a partir del teléfono podrían convertirse en una valiosa herramienta de diagnóstico en las regiones en desarrollo y del tercer mundo en donde los gusanos intestinales son un problema serio de salud, particularmente entre niños", afirmó.
Estos gusanos intestinales afectan principalmente a la infancia, impiden a su desarrollo físico y mental y pueden causar anemia crónica y malnutrición. El diagnóstico precoz, podría reducir significativamente el impacto negativo y sus consecuencias.
Cuando las larvas penetran en la piel y se desplazan llegando hasta los pulmones a través del sistema sanguíneo, llegan incluso, a ingresar en las vías respiratorias, se produce la Anquilostomosis. Esta afección es común en la mayoría de zonas subtropicales y tropicales y afecta alrededor de mil millones de personas a nivel mundial. En los países en desarrollo, la enfermedad lleva a la muerte de muchos niños al incrementar su riesgo de infecciones que sus cuerpos normalmente combatirían. Gracias a este descubrimiento, muchas de estas muertes se podrían evitar.