REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA
Hay niños que tienen muy claro lo que quieren ser de mayores: quieren ser youtuber. Por eso van a campamentos donde se pasan un mes grabando vídeos, editandolos y aprendiendo a compartirlos en sus propios canales. Les enseñan trucos para estar delante de la cámara con soltura.
Para algunos es su profesión y pueden llegar a ganar más 300 mil euros al mes.