Roomba
El aparato estaba conectado a Internet y envió la fotografía a la nube.
Muchas veces las tecnologías nos juegan malas pasadas. En este caso, una mujer estaba sentada en el váter cuando su aspirador 'Roomba' la grabó. Pero eso no fue todo, ya que las imágenes acabaron en la red social Facebook. Por lo visto, el dispositivo estaba conectado a Internet y envió las fotografías a la nube. Este dispositivo no era un robot final para su comercialización, sino que estaba en desarrollo y se encargaba de recopilar datos para su mejora.
El aparato Roomba J7 de iRobot llegó a grabar a la mujer en el inodoro con la camiseta levantada. Las imágenes fueron enviadas Scale AI para entrenar a la inteligencia artificial y, el dispositivo, que estaba conectado a Internet, mandó las imágenes a la nube. MIT Technology ha señalado que "obtuvo 15 capturas de pantalla de fotos privadas que se habían publicado en grupos cerrados de redes sociales" en 2020.
Tal y como afirma Dennis Giese en MIT Technology Revievw, "los datos recopilados por los robots aspiradores pueden ser particularmente invasivos. Tienen hardware poderoso, sensores poderosos y pueden conducir por tu casa sin controlar eso". Estos datos son recopilados con el objetivo de construir robots más inteligentes. Sin embargo, para que la información sea útil, los usuarios deben ver, categorizar, etiquetar y agregar contexto a cada bit.
Medidas llevadas a cabo
MIT Technology señala que James Baussmann, portavoz de iRobot, dijo en un correo electrónico que "la compañía había tomado todas las precauciones para garantizar que los datos personales se procesen de manera segura y de acuerdo con la ley aplicable, y que las imágenes fueron compartidas en violación de una orden escrita".
Las personas que utilizan estos aspiradores suelen permitir que iRobot recopile datos mientras están funcionando. A su vez, la empresa ofrece a los consumidores la oportunidad de contribuir con datos de capacitación para que la empresa mejore sus algoritmos.
Pese a que esta empresa elimina las imágenes en las que un cliente se encuentra en una posición comprometida como la desnudez, la desnudez parcial o la interacción sexual, es cierto que la política no considera rostros sensibles. "En el caso de la mujer en el baño, un etiquetador de datos hizo un esfuerzo por preservar su privacidad colocando un círculo negro sobre su rostro", ha puntualizado MIT Technology.