LA EMPRESA SIGUE ESTANDO EN LA CUMBRE
El 5 de octubre de 2011, a los 56 años, fallecía Steve Jobs en su casa de California a consecuencia de un paro respiratorio derivado de las metástasis del cáncer de páncreas que le fue descubierto en 2004.
Desde que fundara su empresa en un garaje en 1976, Jobs se ha convertido en una de las personas más influyentes en el mundo tecnológico y empresarial.
Su inspirador discurso en Standford ha sido escuchado, aplaudido y seguido por miles de personas en todo el mundo que confiaban en quien ha sido considerado por mucho tiempo un líder, alguien que a los 26 años ya era millonario y portada de la revista Time.
Ahora, cuando debería tener 58 años, lo cierto es que a la empresa que dejó en manos de Tim Cook no le ha ido nada mal. Alcanzó su récord de 705 dólares por acción y los títulos se pagan a unos cien dólares más que en época de Jobs.
Asimismo, desde su partida, han cambiado desde los colores de los gadgets hasta las disculpas que tuvo que ofrecer la compañía por un error en sus apps de mapas, cosas que su fundador, mientras estuvo al frente, trató de evitar.
Desde su desaparición hace dos años, ha dejado un halo de fascinación y cierta controversia sobre su legado, pero sobre todo por lo que se le recuerda es por haber sido un icono en el mundo de la tecnología y un inspirados para pequeños y mayores.
Hoy en día, lo que más subrayan los críticos es la falta de innovación creativa de la nueva cúpula de la empresa, detalle que no parece importar a los clientes de Apple, ya que en el primer fin de semana que salió a la venta el iPhone5, obtuvo un récord absoluto.