BIG DATA APLICADA A LA EMPRESA
Por estaciones de tren, por aeropuertos o en el centro de las ciudades. Estos son los puntos por los que cada día pasan millones y millones de personas. ¿Pero cuántas exactamente? Un sensor puede ayudar a esta labor y contar las personas, por ejemplo, que pasan por delante de un negocio.
Cada vez que alguien pasa por delante de un escaparate, un dispositivo puede detectarlo y contar cuántas personas pasan por allí. El contador va subiendo. Incluso desde dentro del establecimiento otro sensor puede comprobar cuántos clientes terminan entrando en el local. Una de sus funciones es saber qué escaparates atraen más a los clientes y así aumentar las ventas. Por eso ya muchas tiendas lo utilizan.
Según afirman los usuarios de estos sensores, se trata de una herramienta de trabajo y sirve también para estructurar los horarios de los trabajadores en función del flujo de clientes.
Estos dispositivos están también en las calles. 24 horas al día contando para saber cuáles son las zonas comerciales más transitadas. Es una útil herramienta comercial. Además de sistema de control, también tiene su utilidad como instrumento de seguridad, puesto que esta tecnología permite además conocer qué carreteras soportan más tráfico o dónde hay que colocar algún semáforo más.