AUSTRALIA | ILIGALIZAR LAS PISTOLAS 3D
"Matarán". Ese ha sido el mensaje que ha querido trasladar el comisiario de Policía, Andrew Scipione, quien ha convocado a los medios de comunicación a una rueda de prensa, después de que el Cuerpo de Policía de Nueva Gales del Sur terminara sus experimentos con armas impresas en 3D, como 'El Libertador'.
Miembros de este cuerpo Policía compraron una impresora 3D por 1.300 euros y decidieron probar lo fácil que sería construir su propia arma. Se descargaron los planos del famoso objeto de Internet e imprimieron dos armas a prueba de fuego.
En total imprimieron las 15 piezas necesarias para montar 'El Libertador' en 27 horas y con un percutor hecha con un clavo de acero. Las dos armas fueron probadas en un bloque de resina similar al tejido de los músculos humanos, y la primera bala penetró en la resina. La policía que ha relizado esta invetsigación ha asegurado que sería una herida grave de haberse apuntado a alguien con el arma.
En cuanto al segundo dispositivo que probaron, sin embargo, salió una operación totalmente catastrófica ya que explotó. La policía ha lanzado un mensaje a la población: "no impriman este tipo de armas, ya que es peligroso por el hecho de poder matar a alguien y por el peligro que supone para uno mismo", como se vió en la prueba del segundo arma.
Fabricar una pistola por 25 euros
"Las armas sacadas de impresoras 3D son realmente difíciles de rastrear, baratas y fáciles de hacer. Nos costó hacerla 35 dólares (26 euros) y lo hicimos con una entrada de la impresora 3D de nivel básico en una impresora de casa", dijo Andrew Scipione.
El Servicio de Policía es consciente de que por el momento no se va a poder detener la propagación de 'El Libertador' pero al menos, de momento, lo que quieren es prevenir a la gente de los riesgos que corren.
De esta forma, la Policía de Australia va a reunirse con el Gobierno Federal para persuadir sobre la necesidad de crear leyes que impidan la propagación de estas armas. Lo que quieren es que se ilegalice todo el proceso, desde la tenencia de archivos de modelos 3D de pistolas hasta su fabricación, pasando por la descarga de esos planos de fabricación.
Según el Comisario: "Mi mayor preocupación es que alguien lo fabrique, y luego sufra las consecuencias de poder herirse. No creo que la gente quiera matar a nadie, solo que están fascinados por este nuevo descubrimiento".