FUE TRASLADADA A UN SAFARI
Entre los años sesenta y ochenta, el parque del Bruil, Zaragoza , se transformó en un lugar de horrores para los animales que habitaban allí. Decenas de animales vivía enjaulados, con poca higiene y además maltratados por el público, en una ocasión, el veterinario del parque presenció como los asistentes alimentaban a un elefante con cacahuetes rellenos de alfileres, el elefante acabó muriendo.
La última en abandonar este lugar fue la osa Nicolasa, que se encontraba enjaulada, tuerta y sola, según informa EFE. La osa sobrevivío bastante tiempo en comparación con los otros animales ya que sus compañeros de jaula iban muriendo uno a uno debido a los malos tratos.
Un veterinario del zoo propuso ampliar las jaulas de los animales pero solo recibió negativas del ayuntamiento zaragozano. No fue hasta 1984 cuando la osa consiguió salir de este horrible lugar, sedada la transportaron hasta el safari Rioleón. A día de hoy, el ayuntamiento de Zaragoza ha mostrado sus disculpas y en el lugar donde malvivian la osa con sus compañeros han colocado una placa conmemorativa diciendo: "En su recuerdo y en el de otros animales que aquí sufrieron maltrato, y con la esperanza de que el maltrato animal sea pronto un mal recuerdo. Zaragoza. Ciudad amiga de los animales".