Zapatillas solidarias
Dos corredores harán llegar casi mil pares de calzado a niños guineanos que los necesitan
¿Qué corredor no tiene al menos un par de zapatillas guardadas en casa que ya no utiliza? Es lo que pensaron dos amigos, pontevedreses, cuando pusieron esta iniciativa en marcha. "Escuchamos que en Barcelona se habían recopilado cien pares y que una ONG las iba a llevar a Guinea, y quisimos hacer lo mismo. El caso es que se nos fue de las manos", explica Álvaro, uno de los promotores.
Y tanto que se les fue de las manos porque a pocos días de que termine el plazo para recopilar todo el calzado, ya cuentan con 900 pares. "Nunca pensamos que la solidaridad nos desbordase de este modo, es alucinante", comenta sorprendido por la respuesta de la gente.
Una de las mayores aportaciones se ha hecho desde un colegio de Pontevedra. Allí los niños han donado calzado que no utilizan y, además, dentro de cada zapatilla han escrito mensajes de apoyo para quienes las reciban. "Disfrútalos. Enjoy it", leemos en una de ellas.
¿Cómo van a llegar hasta Guinea?
Una vez conseguido todo el material se planteó otro problema, el traslado. Aquí entra una empresa de distribución que ha favorecido el transporte de todo el calzado de modo gratuito y varias empresas de Pontevedra que están esponsorizando maletas para organizar todo el material.
"Nosotros nos hemos hecho cargo de una maleta, en cada una caben unos 60 pares. Y si nosotros, que somos una empresa pequeña, podemos… Todas pueden", nos dice Iago, responsable de una pequeña planta de reciclaje de plásticos.
Y así, poco a poco, con la ayuda de muchos, casi un millas de zapatillas cruzarán el mundo hasta llegar de Pontevedra a Guinea.