Autolesiones
La guía, centrada en la atención primaria, aspira a frenar este "incremento progresivo" y que los casos puedan derivar en conductas suicidas.
Las autolesiones entre la población adolescente se han convertido en "un importante problema de salud pública", según recoge un informe elaborado por el Ministerio de Sanidad y la Agencia Gallega para la Gestión del Conocimiento en Salud. Por eso, la Xunta de Galicia ha editado una guía para que los médicos, y todos los profesionales sanitarios en contacto directo con adolescentes que presentan este tipo de lesiones, puedan evaluar los factores de riesgo y evitar que el número de casos siga creciendo.
El incremento de las lesiones autoinfligidas en esta franja de edad ha sido progresivo en las últimas décadas, pero se evidencia un "aumento exponencial" en los últimos diez años debido al "estrés psicológico", tal como aseguran los autores de esta guía titulada "Evaluación y Manejo Clínico de las Autolesiones en la Adolescencia".
El documento va dirigido a profesionales de la salud como pediatras, médicos de familia, enfermeros especializados en salud mental, psicólogos clínicos, psicólogos sanitarios, psiquiatras, médicos de los servicios de urgencias y trabajadores sociales. Se ha desarrollado también un documento para adolescentes, familias y profesionales de la educación.
Factores de riesgo
Según el informe, los principales factores de riesgo para estas conductas son la presencia de trastornos mentales, episodios traumáticos y factores contextuales y relacionales, como "el uso indebido de internet o las redes sociales". Además, los expertos apuntan al covid-19 como culpable extra debido al distanciamiento social que supusieron las restricciones de la pandemia.
En aquellos casos en los que se produce una repetición de las autolesiones, destacan la influencia de factores psicológicos como "la ideación suicida, desesperanza, malestar emocional, disregulación emocional, alta disfuncionalidad familiar y rechazo de sus iguales".
Perfil del paciente
El informe comprende "entre los 11 y los 15 años" el inicio de estas conductas y la evidencia sugiere que resultan más frecuentes en las mujeres. La población adolescente LGTBIQ+ también presenta un mayor riesgo de presentar autolesiones. En cuanto al ámbito familiar, se ha descrito una asociación entre el riesgo de autolesión y un bajo apoyo social por parte de la familia.
Relacionando el problema con la pandemia del covid-19, el riesgo puede ser mayor en situaciones de "violencia familiar, problemas económicos debido al desempleo, falta de apoyo social y dificultad de acceso a los servicios de salud mental", destacan.
La atención primaria, clave
A nivel asistencial, los profesionales de la atención primaria juegan un papel fundamental. Ellos serán los encargados de realizar una "primera evaluación psicosocial exhaustiva", teniendo en cuenta los principales factores de riesgo como el peligro físico, factores psicológicos y el estado emocional y mental.
En función de esa evaluación y el nivel de riesgo, deberán tomar la decisión sobre la derivación al servicio de salud mental. Cuando los niveles de malestar en el adolescente o su familia "sean altos, exista riesgo de repetición o la propia persona lo solicite", se considerará que la derivación al servicio de salud mental sea preferente.
El objetivo general de esta guía es elaborar un documento basado en la evidencia científica que permita favorecer una mejor evaluación y manejo clínico de las autolesiones en la adolescencia, estableciendo así los mecanismos que permitan su adecuada detección y manejo clínico. La investigación futura se centrará en evaluar la efectividad de las diferentes intervenciones y diseñar nuevos enfoques preventivos y terapéuticos.