Suicidio menor
Un hombre acusado de provocar el suicidio de un menor de 17 años de Vila-Real, Castellón, tras haberle chantajeado a través de mensajes de WhatsApp aseguró este martes durante el juicio que no le conocía y que nunca mantuvo ninguna conversación con el menor. El jurado popular le ha declarado culpable este miércoles por mayoría.
El fiscal solicitaba para el acusado 12 años de cárcel por un delito de homicidio, la acusación particular sube la condena a 28 años de prisión y la defensa pide la libre absolución suya. Finalmente ha elevado la petición de pena a 14 años por considerar que existe la agravente de superioridad.
Según el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, en diciembre del año 2016 el hombre contactó por la aplicación de mensajería con el menor y le envió más de 100 mensajes en menos de 7 horas con objeto de amedrentarle con expresiones como "estoy a 1.000" y otras de contenido sexual con un tono más agresivo.
Asimismo, se podía apreciar que en otros mensajes decía "tengo la conversación en el otro teléfono" y "lo voy a publicar con tu número de teléfono". Ante esas insinuaciones, el menor le dijo al acusado que tenía 17 años y le pidió de forma reiterada disculpas. Sin embargo, el acusado insistió en el chantaje con expresiones como "y te pondré una demanda en el Palacio de Justicia de Valencia", comentándole el menor al acusado que si continuaba así se iba a suicidar.
Pero el acusado continuó con el chantaje emocional vinculados con el suicidio y le escribió al menor que "por meterte en una página de mayores voy a arruinar a tus padres por tu culpa" y que "vas a llorar lágrimas de sangre delante de los jueces y de tus padres".
Chantaje emocional
Según el Ministerio Público, "esta situación de permanente chantaje emocional" provocó el suicidio del menor arrojándose al vacío de su patio interior en una vivienda de Vila-Real.
El fiscal señaló que incluso aún habiéndose suicidado el menor, el acusado continuaba enviándole mensajes y fotos falsas de la denuncia. Además, el fiscal indicó que el acusado tuvo "una importancia vital" en el fallecimiento del menor. Por su parte, la letrada de la defensa expuso que el acusado no conoce al fallecido y que la prueba está "manipulada y sesgada".
"Demostraremos que el acusado no ha tenido nada que ver con la muerte", añadió la abogada, que concluyó que el suicidio de los adolescentes es un "misterio" en nuestro país. Por último, durante la declaración, el acusado "sintió mucho" la muerte del niño y destacó que nunca mantuvo conversación alguna con el menor y que, durante el periodo de tiempo en el que están las conversaciones registradas, subrayó que debió "prestar su teléfono a alguien".