Virus prepandemia
Las consultas de pediatría vuelven a ser un hervidero de virus que no dejan de ser un síntoma más de que empezamos a recuperar la normalidad tras la pandemia del coronavirus.
Año y medio después de habernos encerrado en una burbuja comenzamos a recuperar nuestra normalidad, sin embargo, aquella que era nuestra rutina parece ahora extraña y desconocida. El coronavirus ha cambiado nuestra forma de relacionarnos resetando todo lo que antes nos parecía normal, además ha conseguido agazapar al resto de virus prepandemia que hace dos años formaban parte de nuestro botiquín de primeros auxilios.
Un día de principios de marzo de 2020los niños de España recogieron sus pupitres y salieron de su clase sin saber que tardarían al menos medio año en volver a decorar con sus mochilas y sus grandes batallas los centros escolares. Durante ese tiempo sólo existió la COVID-19, una especie de escudo protector invisible hizo que las consultas de pediatría se vaciasen y a ellas solo acudiesen los pequeños con síntomas compatibles con el coronavirus. Ni rastro de los mocos, las bronquiolitis y demás 'itis' que curso tras curso complican el día a día de las familias.
En septiembre de 2020 había miedo por cómo se desarrollaría el curso escolar, sin embargo, diez meses después se puede decir que fue todo un éxito. No solo no hubo grandes brotes de Sars-CoV-2 sino que las medidas de protección adoptadas frente al coronavirus como la higiene de manos y las mascarillas frenaron al resto de virus.
Las restricciones que impedían las grandes reuniones sociales también ayudaron a mantener en orden las consultas pediátricas, pero ¿qué ocurre este año?
Dos meses después de que haya comenzado el curso las consultas de pediatría son un hervidero de mocos, toses y dolencias. Lucía Galán, más conocida como Lucía mi pediatra publicó un post en su cuenta en Instagram recordando que esto que estamos viviendo es "lo que toca en esta época".
El invierno pasado circularon "muy poco virus". "El invierno pasado en nuestras consultas de pediatría, a parte de COVID, todo lo demás brilló por su ausencia " dice Lucía que además recuerda que el año pasado enfermedades propias del invierno se trasladaron al verano, por ejemplo la bronquiolitis.
El 'top ten' de los virus de guarderías y coles
Los bebés nacidos en pandemia o que tenían 1 ó 2 años cuando se metió en nuestras vidas esto del coronavirus han pasado sus primeros meses o años de vida super protegidos. Muchos de ellos no fueron a las guarderías en el momento en el que hubieran ido si todo hubiese sido normal.
Ahora, con la vuelta al cole y la llegada del otoño con sus cambios bruscos de temperatura esos virus que reinaban antes de la pandemia empiezan a recuperar su trono y los padres vuelven a recuperar su diccionario particular de enfermedades habituales de las escuelas infantiles y los primeros años de cole.
¿Cuándo he de salir corriendo para el pediatra?
Los pediatras siempre aconsejan a los padres guardar la calma y valorar el estado general del pequeño antes de ir a la carrera a urgencias. Además recuerdan que la fiebre es una medida protectora por lo que el aumento de temperatura lo que está haciendo es estimular el sistema inmunológico del pequeño para que su cuerpo fabrique las defensas contra ese virus que ha entrado en su cuerpo.
Por lo que la señal de alarma es que con la fiebre el pequeño deje de comer, haga cada vez menos pis, esté muy adormilado, muestre una respiración agitada o manchitas en la piel.
Vacunar a los niños contra el coronavirus
La vacuna de la COVID-19 en los niños es el próximo reto al que se enfrenta la lucha contra la pandemia. 3,2 millones de niños de 5 a 11 años podrían estar empezando a vacunarse contra la covid este otoño. ¿Será igual que en los adultos? ¿Qué dosis se les dará? ¿También lo harán aquellos que la han pasado? ¿Puede solaparse con otras? Antes que nada, deben pronunciarse las agencias reguladoras.
Los resultados de los ensayos de la vacuna de Pfizer en menores de 12 años no han podido ser más alentadores: los efectos adversos que se han visto en niños son los mismos que en adultos -dolor en el lugar de la inyección, malestar, fiebre...-, o "incluso más leves y menos frecuentes", y también la inmunogenicidad -es decir, la capacidad de generar anticuerpos-, es similar.
El beneficio individual puede ser prácticamente inexistente, pero Manuel Franco, epidemiólogo y profesor de la Universidad de Alcalá de Madrid y de la Johns Hopkins University, pone el acento en la necesidad de evitar por todos los medios que su proceso educativo se vea interrumpido o trastocado como ha sucedido los dos últimos años.
Sin olvidar que los niños son necesarios para alcanzar la deseada protección de grupo, ya que los más de 5 millones de menores de 12 años representan el 11% de la población.