FACEBOOK ELIMINÓ EL TEXTO
Un texto que narra una conversación ficticia entre dos amigos después de que uno de ellos mantuviera relaciones sin consentimiento con Lucía, una amiga de ambos, se ha vuelto viral. La autora, la psicóloga Paula Marín, busca con sus palabras concienciar a la sociedad sobre este tipo de violaciones que se producen entre 'gente de confianza'.
-Ayer me follé a Lucía.
-¿Qué dices, tío?
-¡Sí! Jajajaja. Estaba con un ciego que flipas, tío, pero que flipas. Se caía pa tos laos y decía tol rato que quería ir pa casa, así que me dije, esta es la mía, y la llevé pa la mía.
-Joer, qué crack, ¡qué puta suerte! Folla bien o ¿qué?
-Bueno, estaba muy ciega. Hoy por la mañana no se acordaba de nada, pero me la follé tres veces, y me corrí dentro y todo... Podía hacer con ella lo que quería, jajajaja.
Con el texto busca denunciar que en este tipo de acciones se "culpabiliza siempre a la víctima y muchas veces no se identifican como violaciones". Lamenta que tras este tipo de abusos, que asegura se dan muy a menudo, la mayoría de las víctimas se nieguen a denunciar por "miedo al grupo de amigos, a la familia o porque no tienen muy claro lo que pasó".
La publicación original fue eliminada de Facebook porque, según cuenta Marín a Antena 3 Noticias, "infringía las normas". "No entiendo por qué Facebook bloquea este texto que es para concienciar", lamenta la psicóloga.
Paula Marín lamenta además la "falta de empatía de la gente" tras recibir muchos comentarios que consideraban que la culpa era de Lucía, por haber bebido más de la cuenta o por tener ese tipo de amigos. "Si no sabe beber que no beba, menudos amigos tiene, menuda fantasma, este tipo de cosas no pasan", son algunos de los comentarios que escribieron en su publicación de Facebook.
Aquí puedes leer la transcripción del texto completa
-Ayer me follé a Lucía.
-¿Qué dices, tío?
-¡Sí! Jajajaja. Estaba con un ciego que flipas, tío, pero que flipas. Se caía pa tos laos y decía tol rato que quería ir pa casa, así que me dije, esta es la mía, y la llevé pa la mía.
-Joer, qué crack, ¡qué puta suerte! Folla bien o ¿qué?
-Bueno, estaba muy ciega. Hoy por la mañana no se acordaba de nada, pero me la follé tres veces, y me corrí dentro y todo... Podía hacer con ella lo que quería, jajajaja.
-Y, ¿no follasteis hoy?
-¡Qué va tío! Lucía no folla conmigo serena ni de coña, ¡con lo buena que está! Esta mañana se piró corriendo en cuanto se despertó y vio dónde estaba, se moría de vergüenza.
-Y, ¿cómo tiene las tetas? Cuenta.
-Calla, que le hice fotos porque tenía tal ciego que no se enteraba de nada, jajajaja, ahora te las mando.
-¡¡¡No jodas tío!!!! Manda, manda! Jajajaja, ¡qué bueno!
La mayoría de las violaciones no son cometidas por un tío con pasamontañas esperándote detrás de un seto. La mayoría de las violaciones son cometidas por alguien conocido.
Y, en el diálogo que acabo de escribir, nos encontramos con tres protagonistas. Un violador, una mujer violada, y un cómplice.
Y lo más heavy de todo, es que, seguramente, ninguno de los tres piense que lo que ha pasado se llama VIOLACIÓN, sino que ha sido algo dentro de la fiesta. Cosas del colocón. La noche, que confunde.
Y aún más heavy es que muchas de las personas que lean esto pensarán lo mismo, o que la culpa es de Lucía por no "saber cuidarse" o haber bebido tanto.
TRAS RECIBIR COMENTARIOS EN FACEBOOK ESCRIBIÓ UNA SEGUNDA PARTE
Hace unos días publiqué este texto de una violación, en la cual la chica, Lucía, estaba muy ciega. Bien, no se hicieron esperar los comentarios en los que se decía que una chica no se puede emborrachar, porque luego pasa lo que pasa. Imaginaos que Lucía no bebe esa noche. Se cansa antes y pilla un taxi para ir a casa. El taxi la deja en la puerta, y cuando va a abrir el portal, llega un tipo y la viola.
El problema no es que Lucía beba o no beba. El problema es el patriarcado.
Quizás, si no bebe, y coge el taxi, alguien diría que Lucía no debería andar a esas horas sola por la noche.
Imaginaos que tampoco lo hace. Pero un día, sale a correr, y un tipo la viola.
Ahora, habría gente diciendo que no puede ir a correr sola, porque tiene que tener cuidado.
Imaginaos que ni va a correr, ni sale de noche, ni bebe. Pero, tiene un novio que un día quiere follar y ella no. Así que la viola.
Ahora, habría gente diciendo que Lucía tiene que elegir mejor a sus parejas.
El problema no es Lucía, lo que haga o lo que deje de hacer. El problema es el machismo.
Y hasta que no lo tengamos todos y todas claro, no vamos a poder acabar con él.
Lucía lleva consigo una mochila llena de culpa y vergüenza. "No debí beber tanto... Confiaba en él... La culpa ha sido mía por no irme a casa antes... etc."
Lucía necesita que le digan que la culpa de una violación no la tiene el alcohol, ni ir sola, ni vestir de una manera o de otra, ni salir de noche.
Lucía necesita saber y tener claro, que la culpa de una violación la tiene quien viola.
Y que ella es una mujer LIBRE.
Y nosotros, como sociedad, tenemos que quitarle esa mochila y ponérsela a quien tiene que llevarla.
No cargársela más de mierda, que bastante tiene ya encima.