Parque eólico
El pueblo de 170 habitantes ubicado en la comarca del Alto Maestrazgo, en Castellón, decidirá si aprueba o no la instalación de un parque eólico a cambio de tener la luz gratis. Decenas de vecinos se manifestaron el pasado mes de julio en contra del proyecto ya acordado por el Ayuntamiento.
Los 170 vecinos de Vilar de Canes (Castellón) tendrán en sus manos una de las decisiones más importantes de las últimas décadas para su localidad. De ellos dependerá la última palabra para autorizar o tumbar la instalación de un parque eólico acordado por el alcalde, José María Domínguez, y la empresa Iseran Business SLU, perteneciente al grupo Germanía, a finales del pasado 2020.
Sobre la mesa está una jugosa oferta: de tener el visto bueno popular para levantar los cinco aerogeneradores con una potencia de 27,5 MW en el paraje de La Selleta, los vecinos de este pueblo de la comarca del Alto Maestrazgo no pagarán la luz consumida. La decisión final se someterá a referéndum popular.
El propio regidor socialista defendía el parque eólico el pasado mes de diciembre, cuando hizo público el proyecto, asegurando que se trataba de una "gran noticia, que ayudará a la economía de las familias".
La empresa, por su parte, ha anunciado una inversión de 20 millones de euros y sostiene que tiene "una nula afección sobre el terreno" ya que, "al tratarse de una industria verde, no contaminante, no tiene impacto en la sierra". En esta línea, afirman que "la existencia del parque es compatible con otras actividades como la agrícola o la ganadera" y presumen de ser un proyecto que ha sido "muy bien acogido en el municipio".
"Falta de transparencia"
No todos comparten esta visión. Desde el Partido Popular de Vilar de Canes denunciaron el pasado mes de julio que el plan se estaba tramitando a espaldas de los vecinos y reclamaban la participación de los habitantes para decidir el futuro de la localidad con "la máxima transparencia e implicación de todos los vecinos".
El clima popular tampoco parece ser tan claro, nítido y unánime como traslada la propia empresa. El pasado 22 de julio varias decenas de personas se manifestaron de este pueblo de menos de 200 habitantes contra la instalación de este parque eólico en su término municipal.
En esta línea, la plataforma Ciudadanía por los Derechos Rurales denunciaba un mes antes, en junio, la falta de transparencia y las estrategias "reprobables y poco democráticas" del Ayuntamiento. "Hace 6 meses que se está gestando el asalto y la gente de Vilar de Canes (178 en el censo de 2018) son un gasto irrisorio para una empresa productora de energía que se aprovecha de la despoblación. Una vez más", señalaban a través de Twitter.