Enfrentamiento
Se vivieron momentos de mucha tensión en mitad de un conocido centro comercial de Santa Cruz de Tenerife.
Centro Comercial en pleno centro de Santa Cruz de Tenerife. Miércoles 11 de diciembre, siete de la tarde, horario de máxima afluencia. La policía local recibe un aviso de un posible robo. Encuentran al sospechoso en el vestíbulo del edificio, cargado con varias mochilas y le piden que las abra. El supuesto autor del hurto se niega insistentemente a hacerlo y se enfrenta cara a cara a uno de los agentes. Llega incluso a increparles y señalarles con el dedo. Se negaba rotundamente a mostrar lo que llevaba en el interior de los bolsos mientras decía una y otra vez "a mí no me toques".
Los agentes iban acompañados de dos vigilantes de seguridad del propio centro comercial que contemplaban atónitos la situación que por momentos subía de tensión por la violencia del supuesto autor de robo. Mientras uno de los agentes se comunica por la emisora, el otro le pide que se quite el reloj y le toca el brazo, es en este momento cuando el individuo se enfurece, empieza a señalar con el dedo, se encara con los agentes y con los vigilantes de seguridad y les señala con el dedo de manera muy violenta.
Cuando parece que accede a abrir la bolsa, se sienta un instante pero vuelve a desistir y el policía le dice que si no lo hace irá detenido. Es entonces cuando el acusado se levanta y le grita al agente "el que va a ir detenido eres tú". Con un movimiento rápido el agente procedió a inmovilizarlo, colocándole los brazos detrás del cuerpo para impedir que se moviera, no sin esfuerzo ya que oponía mucha resistencia mientras seguía gritando e increpando.
Tuvieron que agarrarlo entre tres personas para poder reducirlo, mientras uno lo agarraba por el cuello, los otros dos le sujetaban los brazos para poder ponerle las esposas. Le colocaron las esposas y procedieron a sacarlo del recinto comercial. Todo esto ocurrió ante la mirada atónita de decenas de personas que observaban la actuación policial impecable de estos dos agentes que, a pesar de los insultos, amenazas y actitud prepotente y agresiva no perdieron en ningún momento los nervios. Lo cual provocó que cuando salían con el supuesto ladrón ya esposado, todo el mundo arrancara un improvisado aplauso por la eficaz labor realizada sin que nadie resultara herido y con el presunto delincuente a los calabozos donde poco después rindió cuentas de su actitud.
Un ejemplo de la valentía y el buen hacer pero sobre todo del temple de los agentes de la autoridad del cuerpo de la policía local de Santa Cruz de Tenerife en una situación de mucha tensión e incluso riesgo.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com