Tenerife
Los turistas hacen cola desde las ocho de la mañana para poder entrar a la piscina los primeros, y de esta manera coger los mejores sitios para todo el día.
La competición por la mejor hamaca no es una novedad de este verano, pero con lo que sí contamos es con que después de una buena temporada encerrados y cohibidos por el coronavirus, no nos importe madrugar para pillar el mejor sitio de la piscina. O por lo menos a unos cuantos.
Contra este comportamiento casi diario tienen que lidiar en un hotel de Tenerife, las Islas Canarias, donde los turistas hacen cola desde las ocho de la mañana para poder entrar a la piscina los primeros y coger los mejores sitios para todo el día. Los sitios más demandados están cerca de la piscina de los más pequeños, junto a unos grandes toboganes para que ellos también puedan disfrutar. Desde estas hamacas los padres pueden relajarse y estar tranquilos, y al mismo tiempo mantener vigilados a sus hijos de la manera más cómoda posible.
En el vídeo se puede ver cómo hay clientes del complejo que hasta ocupan tres hamacas al mismo tiempo. El servicio de piscina abre a las nueve de la mañana, sim embargo, pueden verse personas haciendo fila desde rozadas las ocho y media.
Desde el hotel, los empleados intentan mediar como pueden con la situación y señalan que “nos hemos encontrado con enfrentamientos entre clientes porque uno quería coger la hamaca y otro no estaba”. Y añaden que incluso “bajan cuando es de noche que no les ve nadie y dejan cosas”.
Entre los clientes tachan de que el problema, como nos cuenta una mujer es que “suele estar todo el tiempo la hamaca vacía y podría estar utilizándola otra persona, ese es el problema”, sin embargo, en el caso de llegar y encontrarse que no hay más plazas, hay que tomárselo con el mejor humor posible, barajar otras opciones como la playa o mirar otras alternativas de descanso y diversión para ese día.
Corren por tumbonas en Gran Canaria
Pero estos hechos no solo ocurren en Tenerife. El furor de las hamacas se extiende y hace varios años se produjo un acto similar en un hotel de Gran Canaria. El vídeo de los clientes haciendo cola corrió como la pólvora en internet. En este caso los asistentes se levantaban a las siete y media de la mañana, que coincidía con la apertura de la piscina.