Sucesos Cataluña
Los Mossos aseguran que el hombre se habría abalanzado con un cuchillo en dirección a los agentes. Los servicios sanitarios han trasladado al hombre herido al Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida.
Los Mossos d'Esquadra han disparado a la pierna de un atracador armado con un cuchillo para reducirlo después de que este se encarara con los agentes que han evitado que asaltara una entidad bancaria en Lleida, Cataluña. El hombre ha entrado a una entidad bancaria del barrio de la Bordeta de Lleida armado con un cuchillo. Los trabajadores de la sucursal han llamado a los Mossos que se han desplegado con el fin de detener al ladrón. Al llegar, las patrullas se han encontrado con el hombre ya fuera de la sucursal y, cuando han intentado detenerle, se ha dirigido hacia los policías con el arma blanca en alto.
La policía catalana ha asegurado que el hombre se ha abalanzado con un cuchillo en dirección a los agentes cuando estos iban a detenerle, y uno de ellos, al ver peligrar su integridad, "ha reducido al atracador de un disparo en la pierna".
Los Mossos han asegurado en un comunicado que los agentes, "al ver peligrar su integridad" han decidido disparar al atracador con un tiro en la pierna y, seguidamente, lo han reducido y han activado los servicios sanitarios, que lo han trasladado hasta el Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Lleida.
Así atracó un hombre disfrazado de anciana una joyería en Tarragona a punta de pistola
Camuflado con gafas de sol, bajo una peluca y andares de persona mayor, apoyado sobre una muleta, se ocultaba un violento atracador con cuantiosos antecedentes por robo con violencia y que ya ha pasado más de 20 años en prisión por delitos similares. Para despistar a la vigilancia de una joyería de Tarragona, alrededor de las 14:00 horas entró disfrazado de anciana y colocó la muleta entre la puerta de seguridad del local para evitar que se bloqueara.
Acto seguido y bajo nervios, sacó un arma de fuego del bolso que llevaba y amenazó a las dos trabajadoras de la joyería, a las cuales obligó a que abrieran varios escaparates con relojes y joyas de lujo. El ladrón se llevó un botín valorado en 231.500 euros. Para asegurarse de que no sonara la alarma, hasta que huyó del lugar estuvo amenazando a las trabajadoras apuntándolas con el arma.