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La Rioja

La víctima del crimen de Cuzcurrita conocía a uno de sus asesinos: "Han quitado una vida por 600 euros"

Los dos presuntos autores del asesinato del hostelero de Cuzcurrita de Rio Tirón (La Rioja), uno de ellos en permiso carcelario y el otro con una pulsera de reinserción, emplearon una violencia extrema para apropiarse de apenas 600 euros. Según la investigación, la víctima conocía a uno de sus asesinos. La hija del asesinado reclama justicia.

La Guardia Civil, con la detención de los presuntos asesinos, da por esclarecido el asesinato del hostelero de 78 años cuyo cuerpo sin vida fue hallado en su domicilio de Cuzcurrita del Río Tirón (La Rioja) el pasado 2 de mayo.

Los presuntos autores del crimen son dos varones de 38 y 53 años, naturales de España y Portugal, con un amplio historial delictivo. De hecho, uno de ellos se encontraba en régimen de permiso carcelario y el otro portaba una pulsera telemática de reinserción. Una tercera persona también ha sido detenida por su implicación en los hechos.

Los investigadores creen que la víctima conocía a uno de sus asesinos. Estos emplearon una violencia desmesurada que acabó con la vida del hostelero para, posteriormente, obtener un botín de varios cientos de euros.

'Operación Squilla'

La investigación de la Guardia Civil, denominada 'Operación Squilla', comenzó el pasado 2 de mayo tras la aparición del cuerpo sin vida de un hostelero riojano, de 78 años, en el interior de su vivienda ubicada en la localidad de Cuzcurrita del Río Tirón.

Durante cuatro días, los investigadores realizaron una minuciosa inspección técnico-ocular en el interior del inmueble, en su exterior y en varios vehículos. Además, procedieron a la toma de manifestación de numerosas personas relacionados con el entorno familiar, social y laboral del finado.

El análisis y estudio efectuado a todos los indicios y evidencias recogidos en las escenas del crimen, junto a los testimonios recabados, permitieron centrar las primeras líneas de investigación y establecer que el móvil del asesinato había sido el económico.

El trabajo de los agentes acabó poniendo el foco de la investigación sobre dos individuos con amplio historial delictivo.

Conocía a uno de sus asesinos

En la madrugada del 2 de mayo, los presuntos asesinos se desplazaron de Logroño a Cuzcurrita a bordo de un turismo. Una vez llegaron a la localidad, estacionaron el vehículo en las proximidades, llamaron a la vivienda y el hostelero les dejó pasar al reconocer a uno de ellos. En un momento dado, la víctima fue golpeada sin posibilidad de defensa, dejándola inmovilizada y encerrada en un cuarto.

Seguidamente, procedió a registrar sus pertenencias y las estancias del inmueble, dándose a la fuga tras apropiarse de una "ínfima e irrisoria" cantidad de dinero -apenas 600 euros-.

Una vez la Guardia Civil consiguió las pruebas que incriminaban a estos dos individuos en el asesinato, se procedió a su detención. Fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, que decretó el ingreso en prisión de los dos varones y la libertad con cargos de una tercera persona.

La hija pide justicia

Unas horas antes de dar a conocer los detalles de la operación, la Guardia civil ha informado a la hija del asesinado. Yolanda Castillo, en declaraciones a Atresmedia, ha comentado que "esta misma mañana nos han explicado en comandancia lo que os han trasmitido a ustedes en la rueda de prensa".

"Los asesinos ya están en el lugar donde deben estar y esperamos que la Justicia haga su labor, que hasta ahora han actuado bien. En el juicio esperamos que les caiga todo el peso de la ley porque han matado a un hombre bueno", ha manifestado Yolanda Castillo.

"He pasado del miedo a la rabia porque han quitado una vida por 600 euros"

Además, ha confesado que "la familia, después de estas detenciones, estamos más tranquilos y esperamos que el pueblo de Cuzcurrita pueda estarlo, porque para esto nadie está preparado. Había mucha incertidumbre porque pensábamos que podía haber sido algún vecino, pero por fin hemos dado con los culpables. Estoy tranquila porque están dentro y sé que hay familias que no van a tener que pasar por esto. Tras conocer el móvil del crimen he pasado del miedo a la rabia porque han quitado una vida por 600 euros".

"La investigación continúa abierta para tener todo hilado y que no tengan escapatoria en el juicio y no tengan la defensa fácil. Han sido 4 meses de 'pueblo pequeño, infierno grande'. Solo pido que este tipo de personas... que la vigilen más para que no vuelva a suceder porque es un martirio", ha concluido.