Jubilados
La pensión de este jubilado valenciano es de algo más de 600 euros. No le da casi para vivir y por eso ha decidido mudarse a un trastero. Su casa son 16 metros cuadrados sin baño. Depende de sus amigos para asearse.
La historia de Vicente, jubilado y pensionista, puede conmover pero es una de la miles de historias que viven muchos españoles que no tienen dónde vivir ni tampoco dinero para comer. La historia de Vicente y su trastero pueden servir de ejemplo para mostrar la situación a la que se enfrentan miles de personas en España cada día.
Vivir en un trastero
Este es el día a día de Vicente, "Tengo que recoger la comida". Recoge la comida aquí donde por turnos cada uno retira su bolsa con alimentos. Es un centro social donde la gente con pocos recursos se llevan a casa un menú con algo de fruta y verdura.
Pero la casa, la de Vicente, es esto. Detrás de esta puerta hay decenas de trasteros. "Si mi casa es un trastero, si. Esta es mi casa desde hace dos años" afirma Vicente que lleva unos dos años viviendo entre estas cuatro paredes.
Los alquileres altos, los diferentes gastos de consumo como la luz, el agua y una deuda hicieron que Vicente no pudiera acceder a una casa. La pensión de 600 euros no le llegaba para terminar el mes, "eso es lo que me trajo a vivir aquí, aun trastero" confiesa.
"Mi economía no me lo permitía, no me permitía otra cosa" asegura ante la cámara Vicente. Así que decidió esta solución, cogió todos sus bártulos y en 16 metros cuadrados compuso su hogar: salón, cocina y habitación. Y los amigos que no falten. Y siempre tiene un plato caliente para llevarse a la boca, aunque Vicente no quiere terminar en un trastero el resto de su vida.