Galicia
Cerca de 3 años ha durado la laboriosa investigación de uno de los sucesos más mediáticos y rocambolescos de A Coruña: el de La Primitiva millonaria perdida de la administración del barrio de San Agustín. Pero los viajes que se realizan gracias al Imserso habrían sido una de las pruebas definitivas para encontrar al dueño de ese boleto premiado con 4,7 millones de euros en la lotería, y que habría fallecido.
"Había muchos reclamantes, más de 300, había que ir filtrando los posicionamientos de todos ellos. Se comprobaron posicionamientos telefónicos, de hoteles, de viajes, de bases de datos de policía y el Imserso, finalmente, ha sido quien nos dio la corroboración de quién podía ser el dueño", explica Germán Lago, inspector jefe de la comisaría del distrito norte de A Coruña.
A pesar de tener una larga lista de posibles personas que se presentaron en comisaría diciendo ser que eran los dueños del boleto de la Lotería Primitiva de España, gracias a las pesquisas de la Policía Nacional dieron con otra persona que podría ser el propietario: "Se nos ocurrió que podía ser una persona que podía ser pensionista y que viajara con este programa de turismo. Nos pasaron los viajes de personas de los reclamantes y de personas que habrían sellado un mismo patrón de combinaciones del boleto premiado", relata el inspector jefe Lago. Se encontraron una serie de coincidencias con una persona que residía en A Coruña y que había estado en una serie de localidades cuando se sellaron boletos con esos mismos números. Datos que, posteriormente, fueron confirmados por la viuda.
Antes de 2018, el asunto había sido tratado como un objeto perdido. A partir de ese año, en base a una serie de denuncias, fue cuando el juzgado de instrucción ofició a la Policía Nacional para comprobar si en vez de un hallazgo de un objeto perdido, hubiera sido una apropiación indebida del boleto premiado. Ahora el juzgado será el encargado de determinar si hay algún culpable y de a quien le corresponde ese boleto, cuando se abra el juicio oral.
Una historia que comenzó en 2012
En 2012 el lotero Manuel Reija dice encontrar en su administración un boleto de una Primitiva con un premio de 4,7 millones de euros, y que según su testimonio, alguien se lo dejó olvidado. Un boleto que fue entregado presuntamente a su hermano, que por aquel entonces era delegado provincial de Loterías y Apuestas del Estado en A Coruña.
Según fuentes policiales, el lotero habría comprobado cuatro boletos (que fueran sellados en otra administración coruñesa). Al pasar por la máquina, el boleto premiado saltó un mensaje de "premio superior". Sin embargo, el lotero no habría avisado de esto al agraciado para así cobrar él el premio.