Andalucía
La localidad de Ventorros de Balerma, se encuentra en la frontera entre Granada y Córdoba. Los vecinos aseguran que "no les queda otra" que saltarse el cierre perimetral porque en un lado está el médico y en el otro el colegio.
Los vecinos de una localidad andaluza de 300 habitantes aseguran que ellos no pueden cumplir las restricciones vigentes por el coronavirus, como el cierre perimetral, "no les queda otra".
El pueblo, Ventorros de Balerma, está dividido por la frontera entre las provincias de Granada y Córdoba, tiene dos alcaldes y los vecinos llevan con resignación y un toque de humor las medidas de coronavirus porque en la práctica ven imposible cumplir el cierre perimetral.
Un pueblo dividido entre dos provincias
A un lado del pueblo, la parte que pertenece a la provincia a Córdoba, está situado el bar, el supermercado y la Iglesia. También el colegio se encuentra en la frontera.
Por otro lado, en la parte del pueblo que pertenece a la provincia de Granada, se encuentra el centro médico y la panadería.
El pueblo también cuenta con dos alcaldes, Juan y Emilio, que aseguran que pasan de una provincia a otra "porque no hay más remedio".
En esta época de coronavirus, de restricciones y cierres perimetrales, los vecinos de esta pequeña aldea andaluza tienen "total libertad" para moverse entre provincias. Los habitantes expresan que ellos tienen que moverse por todo el pueblo para ir a comprar, al bar o los niños al colegio, por lo que es imposible, en la práctica cumplir a veces con las restricciones en la movilidad.