Caso Asunta Basterra
Habitantes de la zona cercana a la casa en la que fue asesinada la pequeña Asunta denuncian intrusiones nocturnas en la vivienda.
Once años después del asesinato que conmocionó a España entera, la historia está lejos de cerrarse. Este es uno de los últimos capítulos y lo denuncian los vecinos de Teo, en A Coruña, al periódico El Correo Gallego: visitas de particulares a la vivienda en la que Rosario Porto y Alfonso Basterra terminaron con la vida de Asunta, y que resultan incómodas para los moradores de la zona.
Se quejan de que tras la emisión de la serie sobre el caso de la pequeña, muchas personas atraídas por el morbo pasean por los alrededores de la casa, ya vendida, incluso por la noche. Estos hechos están afectando al día a día de los vecinos, quienes aseguran tener miedo y haber dejado de salir a la calle cuando cae el sol.
Tras años de okupaciones en la vivienda que fuera propiedad de Rosario Porto y un incendio que destrozó buena parte de la estructura de la primera planta del inmueble, parecía que la paz volvía a instaurarse en la zona, pero no ha sido así.
La pasada semana conocimos la noticia de que la única heredera de los bienes de Porto, una amiga de siempre, había conseguido vender la casa de Teo por 150.000 euros, una cantidad que dista mucho del precio inicial, más de un millón de euros. Entonces, los vecinos confiaron en que todo volviese a la normalidad, aunque la emisión de la serie sobre el asesinato de la pequeña está provocando la reacción de muchos anónimos paseándose por la zona y causando malestar.
No es el único lugar al que peregrinan los amantes del morbo, también la pista en la que se encontró el cuerpo de la pequeña recibe últimamente la visita de numerosos curiosos. El altar que lleva más de una década instalado en la zona, da estas últimas semanas buena muestra de ello. Peluches, cartas, fotografías y poemas se acumulan en la pista forestal.
Asunta Basterra escribió dos poemas, entre enero y abril de 2013, que han salido a la luz tras ser rescatados recientemente del móvil de su madre, la fallecida Rosario Porto. En estos textos, la pequeña ofrecía detalles sobre el comportamiento de su madre. Este es uno de los poemas íntegros escritos por la menor.
"Mi madre es avariciosa, pero no es preciosa.
Es bajita, pero no simpática.
Canta fatal, cocina con sal.
Come peor, bebe mejor.
Tiene poca flexibilidad, pero mucha edad.
No sabe hablar, pero sí regañar.
Sabe gritar, pero no desvariar".
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com