EXIGEN MÁS PRESENCIA POLICIAL
En el barrio barcelonés del Raval vuelve la polémica y la protesta vecinal por la prostitución en sus calles. Ahora se quejan de que las prostitutas mantienen relaciones sexuales con los clientes en el interior de los portales. Denuncian que, en alguna ocasión, rompen además las cerraduras o la puertas para acceder a los edificios.
Los vecinos están cansados de que se utilicen los vestíbulos de sus porterías como un improvisado burdel. "Por la noche es insoportable, todos los días entran para tener relaciones sexuales. Les da igual que esté las porterías cerradas, las fuerzas y vuelven a entrar", asegura uno de los vecinos afectados.
Por ello, los vecinos exigen más seguridad con cámaras de videovigilancia y más presencia policial para frenar esta actividad de delincuencia y prostitución.