Gases tóxicos
Una jueza de Coria del Río, en Sevilla, quiere investigar si los gases tóxicos que emanan del alcantarillado pueden provocar efectos nocivos en la salud. Para ello, los vecinos se someterán por orden judicial a un análisis de sangre y de orina.
Desde hace diez años, los habitantes de Coria del Río, denuncian los malos olores procedentes de las alcantarillas y que desde hace tres años, incluso, se mete en sus casas. El Instituto Nacional de Toxicología, a petición del Seprona y por orden judicial, está ya recogiendo muestras de sangre y orina a unas 400 personas, y de ellas, de momento, ya hay ocho que han dado positivo por n-hexano y acetona, dos disolventes tóxicos en su cuerpo, que si bien se disuelven rápidamente, dejan pequeñas secuelas que pueden afectar a los riñones, pulmones, hígados y corazón.
De momento no se ha podido demostrar que estos tóxicos sean cancerígenos, a pesar de que en una de las calles de la barriada más afectada han fallecido cuatro personas por cáncer de pulmón.
Estos gases tóxicos dejan secuelas en riñones, pulmones, hígado y corazón
Los vecinos no entienden porque las autoridades han tardado tanto en tomar cartas en el asunto: "Vivimos, como nos comentó un experto sanitario, en un bizcocho de disolvente y gracias a la labor de la Guardia Civil hemos logrado que nos hagan los análisis".
Los síntomas
Dolor de cabeza, fatiga, sequedad de garganta, urticaria por todo el cuerpo, estos son los síntomas de los que se han quejado los vecinos durante diez años. Desde hace tres años, además tienen que soportar el mal olor que emana de día y de noche de sus cuartos de baño.
Durante este tiempo son decenas las denuncias presentadas a todas las administraciones, que finalmente, empiezan a hacerles caso.