Okupación
Los vecinos denuncian que desde 2016 les es imposible hacer una vida normal. Algunos aseguran que incluso tienen que medicarse para poder dormir.
Los vecinos de una céntrica zona de Las Palmas de Gran Canaria conviven desde hace años con los okupas de una antigua comisaría abandonada. Protagonizan peleas, robos y amenazan a la gente. Los vecinos aseguran que hay venta de drogas, prostitución e incluso presencia de menores. Llevan más de 5 años denunciando esta situación porque afirman que incluso tienen que medicarse para poder dormir. Los vecinos denuncian que este sábado se produjo otra pelea a altas horas de la madrugada en una casa ocupada. Es una de las últimas peleas protagonizadas por algunos de los okupas del inmueble, situado en pleno centro.
La imagen se repite desde 2016, cuando las instalaciones en las que se ubicaba una comisaría de Policía nacional quedaron abandonadas. Los vecinos aseguran que desde entonces les es imposible hacer una vida normal. Las amenazas son constantes.
Por eso los vecinos se han movilizado para denunciar la situación al Ayuntamiento. Los vecinos denuncian que a esto también se le une la basura que se acumula en el interior del recinto. Desde el Ayuntamiento afirman que la mayoría de estas personas se niegan a recibir atención y están pendientes de una resolución judicial que permita desalojar el edificio.
Nace la campaña 'Adopta a mi okupa'
'Adopta a mi okupa' solicita que se endurezcan las medidas contra la práctica llevada a cabo por los okupas, que deja a muchísimas personas en una situación de vulnerabilidad, y que incluso están amparados por la ley, puesto que pueden okupar la casa si no la asaltan con violencia.
La medida fue aprobada por el Gobierno el año pasado durante la segunda ola de la pandemia, una de las más letales en nuestro país, modificando la Ley Antidesahucios. La norma le valió severas críticas al Ejecutivo, especialmente por parte de la oposición, quienes aseguraban que se estaba animando a quitar el derecho a la propiedad privada.