Moratalaz
Los residentes de dos edificios en el barrio madrileño de Moratalaz aseguran que una plaga de chinche marrón lleva desde el pasado verano campando a sus anchas en la calle y entrando en el interior de sus casas.
Tienen invadidos los árboles de su calle, trepan por el tronco y las ramas, entran por ventanas y balcones y encuentran un hogar confortable en las cortinas de las casas, escondidas dentro de los armarios, protegidas entre la ropa o directamente metidas en la camas de sus viviendas del distrito de Moratalaz, Madrid. Son una legión de chinches marrones, también conocidas como "chinches apestosas" porque este insecto, cuando se siente amenazado, desprende un líquido que produce un desagradable olor.
Los vecinos del Pasaje de Cobeña, en el distrito madrileño de Moratalaz, llevan desde el pasado verano reclamando una solución al Ayuntamiento de Madrid por todos los medios posibles: llamadas de teléfono, correos electrónicos... Más de 20 reclamaciones oficiales en todos estos meses que el consistorio de Martínez Almeida todavía no ha atendido.
Piden que se fumiguen los árboles con un líquido especial que posee el servicio municipal de control de plagas. Solicitan también que se poden las largas ramas de los árboles que hay frente a sus viviendas para que estos desagradables insectos no tengan tan fácil el acceso al interior del edificio. Pero después de siete meses de protestas todo continúa igual -o peor- que antes.
Por el momento son solo dos edificios los afectados por esta plaga pero están convencidos de que, si no se toman medidas urgentemente, la invasión llegará a toda la manzana.
La causante de esta incómoda plaga que les impide abrir las ventanas para ventilar la casa, es conocida técnicamente como Halyomorpha halys, de nombre común chinche hedionda marrón marmoleada, o más vulgarmente 'chinche apestosa'. Se trata de una variedad de chinche que se alimenta de plantas, originaria de Asia, pero que en los últimos años ha saltado a Europa y Estados Unidos convirtiéndose en plaga y destrozando muchos cultivos.
La humedad de las recientes lluvias ha podido favorecer su expansión en el barrio y lo peor -si no se toman medidas- aún puede estar por llegar, ya que su período de mayor actividad llega con los meses de julio, agosto y septiembre.