Cataluña
Ante la falta de soluciones, los vecinos han decidido movilizarse y salir a las calles, esperando que pronto se ponga un punto y final a esta situación.
El malestar entre los residentes de un barrio de Barcelona por la constante presencia de autobuses turísticos es cada vez mayor. La contaminación y el ruido generados por estos vehículos han convertido la vida diaria en un auténtico suplicio para los vecinos, quienes llevan casi dos años soportando esta situación. Por ello, piden a las administraciones una respuesta urgente.
Los autobuses turísticos han generado un problema creciente en esta zona, especialmente en barrios muy visitados por los turistas. La alta frecuencia con la que circulan y el gran número de vehículos que llegan a concentrarse en las calles han saturado el espacio, afectando gravemente la calidad de vida de los residentes.
"Las quejas son por los autobuses turísticos que suben cada dos por tres, van a petar y después, cuando llegan a algunas zonas se van parando y a lo mejor hay tres o cuatro autobuses turísticos. Es que no se puede ni circular", nos explica una vecina del barrio.
Es el caso de Antonio, lleva 30 años viviendo en este barrio y asegura que ha pasado los últimos dos enfrentando este problema. La situación empeora en los meses de verano, cuando, debido al ruido y la contaminación que provocan los autobuses, no puede abrir las ventanas ni los balcones por el ruido que generan estos vehículos, en las calles.
"Si tenemos las ventanas abiertas, tratando de estar cómodos, es imposible vivir porque es tanto el ruido que pongo la televisión a 80 de volumen y no la escucho. Además, pasan tres o cuatro seguidos, se averían continuamente. Entonces cuando se averían los coches pitan el claxon".
Aunque se han implementado autobuses eléctricos para mitigar el problema, los vecinos consideran que estas medidas son insuficientes. Entre sus propuestas: "A primera hora, prácticamente siempre pasan vacíos, entonces lo que pedimos también es que hagan el favor de esperar a que al menos haya gente", asegura Antonio.
Hasta el momento, las administraciones no han dado ninguna respuesta que satisfaga sus reivindicaciones. "El Ayuntamiento tendría que tomar cartas en el asunto y hacer de esto una cosa más llevadera para los vecinos. Ante la falta de soluciones, los vecinos han decidido movilizarse y salir a las calles, esperando que pronto se ponga un punto y final a esta situación.
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