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Girona

Los vecinos de Banyoles consiguen que las campanas de su iglesia vuelvan a sonar por las noches

El párroco de la iglesia de Banyoles decidió silenciar las campanas tras las quejas de varios pisos turísticos, pero la presión de los vecinos ha conseguido que esta misma noche ya hayan vuelto a sonar.

Los vecinos de Banyoles, en Girona, llevaban varios días protestando porque las campanas de su iglesia habían dejado de sonar por las quejas de varios pisos turísticos. Por fin lo han conseguido y pueden volver a escuchar su repique, aunque parece que no tan fuerte como antes.

El sonido de las campanas de la iglesia de Santa María dels Turers vuelve a escucharse, pero también el de la victoria de los vecinos de Banyoles. El propietario de los pisos turísticos situados enfrente denunció que las campanas no dejaban dormir a sus clientes.

Para evitar problemas, el párroco decidió silenciarlas de noche, pero entonces quienes no pudieron dormir tranquilos fueron los vecinos. Argumentan que "son de toda la vida" o que "no se han parado nunca". A ellos las campanas no les molestan y no se han limitado a dar su opinión.

Las protestas de los vecinos

Durante estas noches han organizado caceroladas en la puerta de la iglesia, con mucho ruido, para pedir que vuelvan a sonar. Más de 200 vecinos han pedido que vuelva el repique de sus campanas.

Además, piden a los turistas que entiendan que eso es una tradición del pueblo y que se informen de que hay una iglesia cuyas campanas suenan por la noche. La indignación popular ha dado sus frutos y el párroco anunció que volverían las campanas y esta misma noche han vuelto a sonar.

Los vecinos han ganado una batalla y ahora piden que el repique sea considerado Bien de Interés Local, la manera más efectiva de proteger su tañido para siempre.

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