Seguridad vial
El vecino, harto de que no se respetara el límite de 30 kilómetros por hora, colocó un radar falso en su jardín que es visible desde la carretera y consiguió lo que las señales viales no habían logrado, que la gente bajara la velocidad.
A falta de un complejo radarpara controlar la velocidad de los coches en una zona residencial próxima a San Sebastián, los vecinos han optado por uno de pega. Una solución que no solo ha conseguido disuadir a los conductores más imprudentes, sino que ha logrado llamar la atención de las autoridades.
El propietario de una de esas viviendas en la localidad guipuzcoana de Añorga, cansado del intenso tráfico y de los coches que circulan por encima de los 30 km/h, a los que está limitada la velocidad en la zona, decidió instalar un radar de pega dentro de su jardín pero visible desde la calzada. El engaño ha surtido efecto y la mayoría de los conductores rebaja la velocidad al paso del supuesto aparato.
Una vez descubierta la trampa, se ha abierto el debate sobre la legalidad del invento. Un vecino ha denunciado su instalación. Sin embargo, los impulsores de la idea aseguran que el particular radar "ha colmado nuestras expectativas y creemos que no supone ningún peligro, de hecho unos metros antes hay una indicación que marca el límite de 30km/h".
Más dudas tienen los responsables municipales. El alcalde de San Sebastián, Eneko Goia, preguntado por el asunto, no disimuló una sonrisa antes de expresar sus "dudas" sobre si se puede obligar a retirar el falso radar al estar en un terreno particular. Goia, que lamentó el "comportamiento incívico" de quienes circulan aalta velocidad por esa zona, asegura que el departamento de Movilidad estudia esta y otras ubicaciones de la ciudad como lugares para instalar radares, con el objetivo de reducir la excesiva velocidad de circulación pero "la instalación de radares y otras medidas para reducir la velocidad no se pueden conseguir de un día para otro" .
Los propietarios del presunto cinemómetro confirman que, si son multados por instalarlo, pagarán la sanción y ya hay vecinos que se han mostrado dispuestos a colaborar en el pago. Una vez reabierto el debate, su intención es hablar con el ayuntamiento y encontrar una solución para reducir la velocidad en la zona.