Incendio forestal
A pesar de que los medios aéreos no han podido trabajar por los fuertes vientos, el cambio en las condiciones meteorológicas podría facilitar las tareas de estabilización y extinción.
La situación de los fuegos mejora en general en Galicia, aunque sigue preocupando, sobre todo, el incendio que se originaba en la noche del jueves en el concello lucense de Trabada y que afecta también al aledaño de Ribadeo. Según las últimas estimaciones ofrecidas por la Consellería de Medio Rural, la superficie afectada por las llamas en estos dos municipios asciende a 450 hectáreas, aunque se estima que podría llegar a las 500.
La noche ha complicado los trabajos de los equipos de extinción debido, principalmente, a los fuertes vientos y a unas temperaturas que, a lo largo de la mañana, han descendido de forma sensible. La lluvia también ayuda, aunque la cantidad de precipitación caída hasta el momento no es suficiente. De hecho, el avance de las llamas obligaba a cortar un tramo de la autovía A-8, entre los kilómetros 508 y 516, que aún permanece bloqueada.
En este momento el incendio sigue sin estar controlado, algo que preocupa a vecinos y regidores de ambos Ayuntamientos. De hecho, en el caso de Ribadeo fue necesario el desalojo del lugar de A Ponte y de un barrio por la proximidad de las llamas a las viviendas. Los gobiernos municipales habilitaron una escuela municipal en Trabadela y el pabellón municipal de Ribadeo para los pocos vecinos que tuvieron que pasar la noche fuera de sus casas.
Entre otros medios, participan en la extinción 5 técnicos, 14 agentes, 25 brigadas, 23 motobombas, 3 palas, 5 unidades de apoyo y un tractor. Las zonas afectadas por las llamas son, principalmente, terrenos con eucalipto y pino.
Las llamas se iniciaban en la noche del jueves en Barreiros, avanzando hacia Pena Cova y otros núcleos. La proximidad a las viviendas hizo necesario elevar el nivel de alerta a situación 2, como medida preventiva.
El conselleiro de Medio Rural, José González, reconocía esta mañana ante los medios que la intencionalidad de los fuegos "está totalmente acreditada", tanto en el caso de Trabada y Ribadeo como en el de Foz. Al mismo tiempo, González solicitaba colaboración ciudadana para dar con los autores materiales.
A pesar de que la peor situación se encuentra en La Mariña, con esas 450 hectáreas calcinadas por el momento, hay otros fuegos que permanecen activos en la comunidad: en Foz (Lugo), cuatro focos próximos entre si con un total estimado de 70 hectáreas afectadas, y en Vilariño de Conso (Ourense). Según las últimas estimaciones de Medio Rural, la superficie afectada en éste último supera las 360 hectáreas.
En el caso de Avión (Ourense), se da por extinguido el fuego que afectó a 71,29 hectáreas, mientras que los de Chantada (Lugo) y Lobeira (Ourense) están controlados y estabilizados.