Okupas
Los supuestos okupas aseguran que es su casa mostrando un video en el que se les ve cocinando y la policía desaloja a los propietarios.
Jordi y su familia aseguran que están viviendo un auténtico vía crucis, una pesadilla. Nos cuentan que unos desconocidos han okupado su vivienda y la situación es cuanto menos, surrealista. "Estamos en shock, muy tristes, siento mucha rabia porque han violado nuestra intimidad, no esperábamos que la situación acabara así", relata a Antena 3 Noticias.
En 2019 la familia, de Girona, compró una casa en la misma ciudad. "Teníamos que reformarla para mudarnos después, desde entonces hemos trabajado con ilusión, era nuestro proyecto de familia, era un sueño", explican. Hace un año presentó al ayuntamiento el proyecto de obra para obtener la licencia de las reformas y a pesar de que la respuesta se hizo esperar, se la dieron el pasado 13 de diciembre. La familia decidió empezar las obras una vez pasadas las fiestas.
El pasado 2 de enero una vecina llamó a Jordi porque estaba escuchando ruidos en la casa, así que decidió presentarse allí con su padre. "Lo que encontré me dejó sin palabras", relata con tristeza. "Alguien había accedido por la fuerza a la vivienda. Cuando entramos estaba todo dañado, había basuras y excrementos, también mantas en el suelo, incluso habían tirado una tapia que construimos hace año tras otro intento de intrusión".
"Lo vais a lamentar, nos dicen... haremos que os vayáis"
Él y su padre llamaron a un albañil para que volviera a levantar el muro. "Mientras esperábamos dentro al obrero, se presenta un hombre bien vestido que nos exige entrar, nos negamos y le decimos que es nuestra casa, le pedimos que se marche. Al cabo de un rato regresa con dos hombres y nos intimidan: lo vais a lamentar, nos dicen... haremos que os vayáis", relata.
Jordi decide llamar a la policía local de Girona. Ahí es cuando relata que la situación pasa de ser alarmante a surrealista. Los agentes identificaron a las 3 personas, uno de ellos con una causa pendiente. "La policía local me comenta que los individuos tienen un video que demuestra que viven ahí y que es su casa... se les ve cocinando en un domicilio sin luz ni gas".
Su sorpresa, dice, le llega cuando la policía le recomienda abandonar su propia casa. Padre e hijo se niegan pero la policía les advierte que podrían ser acusados de violación de domicilio incluso ser detenidos.
Jordi cuenta que no daba crédito pero hizo caso: "vimos cómo entraban a nuestra casa, nos cerraban la puerta en la cara y empezaban a aplaudir; la humillación que sentí no tiene palabras".
La familia acudió al juzgado de guardia de Girona para denunciar "hemos presentado las escrituras, los gastos de las obras, las licencias de la reforma para que no se vea que hay abandono". Ahora un juez tiene que dictaminar si el caso es suficientemente urgente y flagrante para activar las medidas cautelares que harían que el desalojo se produjera en unas semanas, Pero por el momento no les queda más remedio que armarse de paciencia y esperar.
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