Redes sociales
El análisis de más de 4.600 vídeos concluye que solo el 5,5% de los contenidos perjudiciales para el menor están identificados con algún tipo de señal o advertencia.
UTECA, la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto, llevaba tiempo denunciando la desprotección que sufren los menores en las plataformas digitales y, sobre todo, en redes sociales. La publicidad encubierta a la que se ven expuestos y el libre acceso a todo tipo de contenidos es especialmente preocupante para la organización.
Ahora, el análisis masivo de más de 4.600 vídeos -llevado a cabo por la Asociación de Usuarios de Comunicación (AUC) y por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC)- concluye que las grandes plataformas digitales, las redes sociales más populares y algunos influencers “desarrollan un lucrativo negocio sin reglas que perjudica a la ciudadanía, especialmente a los menores”.
Actuación rápida y contundente
"Estamos en una emergencia social", asegura la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto, y eso obliga al Gobierno, dicen, a actuar de forma “rápida y contundente” para acabar con “una impunidad” que perjudica a los sectores más vulnerables. La AUC y UTECA piden jugar con las mismas reglas, es decir, que se aplique la legislación audiovisual española a los gigantes tecnológicos que prestan servicios en nuestro país. Es la única solución, asegura el sector, para poder regular, supervisar y sancionar a estos nuevos operadores.
Contenidos sin clasificación por edades
Uno de los principales problemas es el libre acceso que tienen los menores a todo tipo de contenidos cuando entran en redes sociales. UTECA considera que las cifras son “alarmantes”. De los más de 4.600 vídeos analizados, solo el 1,1% presentan algún tipo de señal o advertencia de edad. Una advertencia, insisten, que es obligatoria para las televisiones.
Publicidad encubierta
El estudio de la AUC también pone la lupa sobre la publicidad. Según sus datos, el 34,3% de los mensajes publicitarios son “comunicaciones comerciales encubiertas” que se detectan, mayoritariamente en los vídeos generados por influencers. Un “agresivo bombardeo publicitario”, así lo define UTECA, al que también están expuestos los menores y que, incluso, pueden ser "perjudiciales o inapropiados para ellos".