Okupas
Un hombre que compró su casa en Gines, en Sevilla, justo antes de decretarse el estado de alarma aún no ha podido disfrutar de ella por culpa de un okupa. Esta es la historia de Francisco que compró la vivienda antes de que se iniciase la crisis del coronavirus y llegó, incluso, a dar una señal de 3.000 euros.
"Antes del finalizar la compra, de pasar por notaría, se metió un okupa", cuenta Francisco a Antena 3 Noticias. Eso ocurrió en febrero, cuando dio 3.000 euros de fianza y tenía todo preparado, incluso, préstamos concedidos, pero este chalé ya tenía inquilinos.
Francisco lamenta que "a día de hoy, desde febrero, sigue la casa okupada", una vivienda con piscina y jardín donde los okupas han pasado el confinamiento. "Nosotros hemos tenido que alquilar un piso con dos habitaciones" para pasar el confinamiento, reconoce el joven.
Los okupas se han enganchado a la luz y al agua, y se han organizado con todos los medios. "Se han puesto cámaras de seguridad, es indignante", asegura Francisco.
Los vecinos creen que estos okupas son los mismos de Espartinas, un pueblo cercano. Aquí la propietaria de una casa grabó como esos okupas manipulaban los contadores a plena luz del día.
A Francisco solo le queda la ayuda de sus vecinos, que a diario se concentran para demostrar que esta casa ya tiene dueño.