SUS MUEBLES Y SU ROPA HABÍAN DESAPARECIDO
Cuando Sara volvió de vacaciones se encontró en su casa a otros inquilinos. Micaela, la nueva propietaria asegura que le compró la vivienda a un hombre del que dice que "era sospechoso" pero afirma que "quería la casa para sus hijos".
Sin luz y apenas sin muebles. Ella, su marido y sus 4 hijos llevan casi dos semanas viviendo aquí.
Sara asegura que la cerradura del piso en el que llevaba más de un año en alquiler estaba cambiada. Los muebles y su ropa tampoco estaban.
La familia que ha ocupado la vivienda aseguran que la compraron por 800 euros a un vendedor, que ahora está desaparecido.
Sara no quiere volver al inmueble por miedo a represalias. Ya ha denunciado lo ocurrido ante la Guardia Civil y ahora será un juez el que dicte o no la orden de desalojo.