LOS RESTAURANTES, LOS MÁS AFECTADOS
Una plaga de moscas se ha instalado desde hace diez días en Sant Jordi Desvalls, un pueblo de Girona que está sufriendo las consecuencias de la aparición de estos insectos.
Los vecinos dicen que lo llevan pero porque las altas temperaturas invitan a abrir puertas y ventanas pero no pueden hacerlo porque las moscas pasan a las casas. Algunos han optado por instalar cortinas, pero no es suficiente y ni los insecticidas funcionan.
Pero quienes más lo sufren son los restaurantes, que no pueden dar servicios en el exterior, lo que está provocando que pierdan casi la mitad de la facturación habitual en esta época.
El Ayuntamiento ya ha abierto una investigación para averiguar dónde está el origen de esta molesta plaga.