DICE QUE ROBÓ POR NECESIDAD
Sara González tiene 32 año y culpa de su pesadilla a una anorexia nerviosa que padeció hace siete años. Fue condenada a dos años y tres meses de prisión por falsificación y estafa. Al no tener antecedentes, se le comunicó que tenía que devolver 6.400 euros y pagar una multa de 2.100 euros. Ella asegura que pagó lo primero, pero su abogado no le comunicó el importe de la sanción.
Con las palabras entrecortadas argumenta que no tiene "la culpa de que los abogados me hayan robado y tengo que ingresar en prisión". El lunes se le acaba el plazo.
Tras cambiar varias veces de abogado, si nada lo remedia, esta madre soltera de dos niñas, de cinco y dos años, tendrá que ingresar este lunes en prisión para cumplir una condena de seis meses.
Sara confía en las 75.000 firmas que ha recogido para que le concedan el indulto.