MADRID
Todo sucedió una noche en la que la chica volvía en bici a su casa y un repartidor de comida a domicilio realizó un adelantamiento temerario por la derecha y la derribó.
Todo fue muy rápido y el golpe que la chica sufrió en la cabeza fue tan fuerte, que le resultó imposible recordar qué había sucedido.
Dos días después, las imágenes del suceso comenzaron a agolparse en su cabeza y ahora ha difundido carteles con su foto por el barrio de Chueca en busca de testigos que pudieran ver al repartidor que tras el accidente, se dio a la fuga.