EN BENAVENTE
Con 24 años y a punto de acabar la carrera de farmacia, Araceli de la Fuente comenzó a trabajar en su farmacia. Corría el año 1954 y desde entonces, apenas ha parado. Se jubiló, pero no aguantó ni un año sin estar al frente de su farmacia.
Con seis hijos, solo una de ellas ha seguido sus pasos. Ahora, ha recibido el premio de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos, aunque reconoce que lo que más le cuesta es adaptarse alas nuevas tecnologías.
Solo ella sabe su fórmula magistral para seguir al pie del cañón. Probablemente el secreto sea el cariño de los vecinos y sobre todo la energía y vitalidad de quien verdaderamente ama su profesión.