España sostenible
Los supermercados de barrio cooperativos están abriéndose camino y se preparan para abrir el próximo año las primeras superficies de España cuyos dueños sean los propios clientes.
Serán ellos quienes decidan qué productos se venden y trabajarán en estos locales con el objetivo de conseguir para sus socios una cesta de la compra más saludable y económica que las que ofrecen las franquicias habituales.
La compra en estos locales se hace de manera muy poco convencional y no por ser productos ecológicos son más caros.
La pequeña cooperativa de consumo quiere hacerse con más superficie, más surtido y precios más competitivos: será como un supermercado de barrio habitual pero con una gestión muy diferente.
"Somos los propietarios los que decidimos lo que vamos a tener en el local", cuenta uno de los organizadores de esta iniciativa.
Para ello ya tienen una ecuación: unos 1.000 socios que aportan inicialmente 100 euros y que trabajan de manera voluntaria algunas horas al mes.
"Si no tenemos ánimo de lucro y trabajamos tres horas al mes eso va a repercutir en precios más baratos", cuenta otro de los copropietarios.
El supermercado de otra cooperativa abrirá el próximo mes de marzo en un local del centro de Madrid, una idea copiada de locales que ofrecen los mismos servicios en Nueva York y Madrid.
Estos supermercados ofrecen una cesta con todo tipo de productos, respetuosa con el medio ambiente y que sirva para recuperar el espíritu de barrio para demostrar que hay otra manera de hacer la compra.