EN MALLORCA
La imagen puede parecer idílica: una casa sobre el mar, frente a uno de los miradores más emblemáticos de la zona, el de las islas Malgrats. Pero nada más lejos de la realidad.
Una vivienda, construida hace más de 50 años, podría venirse abajo de un momento a otro y sobre una cala en la que fondean más de 15 barcos. Los vecinos miran con preocupación.
La policía ha precintado la entrada principal a la vivienda pero los accesos al acantilado siguen libres. Lo que aumenta el riesgo para pescadores y bañistas en la zona.
Desde el ayuntamiento aseguran que la casa está en ruinas desde el año 2009 y que desde entonces existe un expediente abierto sobre ella. Y aunque creen que se podrían extremar más las precauciones no lo ven necesario. Si aguanta en tierra la demolición está prevista para septiembre.