Precariedad en las residencias
Isabel tenía de 85 años y era enferma de Alzheimer. El día 18 de enero de este año aprovechó el despiste de uyna trabajadora para alejarse del grupo y atravesar la puerta de salida.
Una empleada pasaba por allí pero no se dio cuenta de la salida de la mujer. Tampoco lo hizo el personal de recepción.
La hija de Isabel denuncia la falta de personal del centro, que cuenta con 19 trabajadores para 150 residentes. Es decir, cada empleado tiene que cuidar de ocho ancianos.
Los sueldos precarios de los trabajadores, en ocasiones, con turnos interminables se une también a la falta de plazas para los mayores en residencias públicas.