IMAGEN INSÓLITA EN ZARAGOZA
Los animalistas consideran que el "toro embalodo" mejora poco con las luces led. Para los defensores de esta fiesta, es casi una burla. Este es el último ejemplo de cómo varían algunas fiestas tradicionales. Pero los cambios que deciden los ayuntamientos para evitar problemas no convencen ni a los defensores de los animales ni a quienes defienden seguir celebrando las fiestas de igual modo.
La denuncia de una asociación de defensa de los animales ha obligado este año al ayuntamiento de Alcanar en Tarragona, a vallar el recorrido para que los toros no caigan al mar como ocurría hasta ahora.
En poblaciones como Matalpino hace tiempo que se renunció al toro y se sustituyó por bolas gigantes que persiguen a los participantes en un encierro apto para todos los públicos.
Y no sólo toros. Tradiciones tan populares como la cucaña de Sagunto intentan adaptarse. Hasta hace sólo tres años se lanzaban patos vivos al agua para su captura. Pero hubo denuncias de maltrato. Así que se cambiaron primero por patos de goma y ahora por bolas con premios que generan mucha expectación.
Cambios muy complicados por lo arraigado de las tradiciones que a menudo, como en el caso de las luces led, no contentan a nadie.