Integración social
El primer regalo de David cuando era pequeño fue una cocina de juguete. Este joven tenía decido cuál era su futuro y en quién fijarse. "Siempre me fijé en Karlos Arguiñano y, a veces, en Chicote", nos dice.
David lleva medio año trabajando en la cocina de un restaurante, en Madrid. Lo que menos le gusta, nos dice, es "pelar los chipirones"; sin embargo, su especialidad es la "torrija de brioche caramelizada".
Tiffany trabaja en la sala del restaurante. Allí, nos cuenta, sufrió bullying cuando era pequeña lo que provocó que lo pasara mal en el "colegio" y en el "instituto". Hoy, su pasado nada tiene que ver con su día a día en el restaurante, donde se siente cuidada, respetada y querida.
"El objetivo de esta iniciativa es que las personas con discapacidad intelectual puedan generar un impacto en la sociedad y demostrar, por ellos mismos, que son capaces de trabajar en un restaurante en el centro de Madrid, como lo hace una persona unificada", nos dice el Óscar García, director de Grupo AMAS.
Los jóvenes tienen entre 20 y 25 años, para la mayoría de ellos es su primer trabajo. Allí, adquieren responsabilidades que en otros trabajos ni si quiera les dan la oportunidad. Con este trabajo tienen un sueldo y aprenden a desenvolverse en el mercado laboral.