Coronavirus
María Luisa y Daniel son dos de las miles de personas que necesitan ayuda para poder alimentarse cada día, por lo que la visita más esperada de la semana es la de cuando les llevan alimentos. Él es rotulista y ella es cocinera, pero ambos están en paro y pasan graves dificultades para mantener a sus tres hijos con apenas 500 euros mensuales, por lo que esta ayuda muy necesaria.
"Sobre todo para los niños, nos ayudan un montonazo con embutidos y lácteos por ejemplo", señala Daniel, agradecido por el apoyo que recibe gracias de una iniciativa de Paula y Jaime junto a sus seis amigos. Todos ellos han creado un grupo que consagra parte de su tiempo a aliviar el sufrimiento a más de treinta familias, y esto no es más que el principio.
"Está en la mano de cada uno ayudar a los demás"
"Yo soy de las personas que cree que cuando hay algo que cambiar, no vale quedarse de brazos cruzados. Hay que hacer algo para ello", señala Paula, y Jaime añade: "Nosotros nos consideramos personas con mucha suerte y está en la mano de cada uno ayudar a los demás". "La verdad es que siempre que lo haces con tus amigos es más sencillo", insiste el joven.
Recorren toda la ciudad, de punta a punta, primero recogiendo los alimentos y después entregándolos.
En apenas unos meses han conseguido más de sesenta familias donantes. "Compro pollo, carne, huevos, verduras, pero lo compro como si lo hiciese para mi casa", explica Palmira, una de las donantes.
"Me gustó que un grupo de chicos tan jóvenes tuviesen esa iniciativa de ayudar a personas con problemas, a familias", señala Irene, otra de las donantes.
Acompañarles en su reparto, es un viaje por una desigualdad cada vez más patente en nuestras ciudades.