ESPERAN ENCONTRAR ALGUNA SOLUCIÓN
Un fondo buitre amenaza con dejar sin casa a Sergio. Tiene 34 años y vive en una vivienda adaptada por su enfermedad degenerativa.
El contrato acabó el 16 de diciembre pero la empresa no le ofrece solución. Sergio dice que no va a moverse de su casa. Él tiene una enfermedad neurodegenerativa que le impide moverse con facilidad.
Hace ocho años cuando le ofrecieron este alquiler social, los padres decidieron adaptar la vivienda: el baño tiene su barandillas, la cocina es algo más baja, para poder ser más independiente.
La familia exige al fondo buitre, que quiere echar a Sergio de casa, que les den una solución. Su enfermedad le afecta al habla, a los movimientos.
En 2010 que fue cuando le ofrecieron el alquiler social, sus padres gastaron 2000 euros en adaptar la vivienda.