POR OBJECIÓN DE CONCIENCIA
El pasado 13 de marzo, Ignacio que es bombrero se encontraba de retén en el Puerto de Bilbao. Cuando supo el cargamento que llevaba el contenedor que debía proteger se negó a participar en el operativo. "Pregunté qué eran aquellos contenedores y me dijeron que eran bombas con destino a Arabia Saudí", afirma.
Un total de 4.000 toneladas de bombas. El bombero avisó a sus jefes de que se retiraba del retén por motivos de conciencia. “Casualmente había visto la noche anterior un vídeo de un bombardeo sobre un hospital y son imágenes que te sobrecogen”, añade.
La Diputación de Vizcaya, de la que depende su parque de bomberos, le ha abierto un expediente disciplinario. En Internet ya se han recogido 71.000 firmas pidiendo que no se le sancione y denunciando la venta de armas a países que no respetan los derechos humanos. “Más que una sanción, lo que merecería Ignacio es un premio”, opinan algunos.
Aunque en un primer momento Ignacio se arrepintió de su decisión, el apoyo, sobre todo de su familia, le ha hecho ratificarse en su idea. “Tengo dos hijos y precisamente por ellos lo volvería a hacer”, comenta Ignacio.
Si el expediente sigue adelante el bombero se enfrenta a una posible suspensión de empleo de hasta cuatro años.