Inundaciones en Aragón
Los soldados de la UME construyen diques en las calles de la población zaragozana de Novillas, primer pueblo de la ribera del Ebro de Aragón afectado por la crecida del río Ebro.
La crecida del río Ebro a causa del temporal ha llegado este domingo a algunos pueblos aragoneses, en concreto a Novillas, en la provincia de Zaragoza. Los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) trabajan haciendo diques de contención para evitar que el agua se meta en el pueblo. En el pueblo están pendientes del volumen de agua que alcance la crecida en Tudela, todavía en ascenso, ya por encima de la última gran avenida de 2015, por lo que el alcalde de Novillas, Abel Vera, ha reconocido que "no se sabe lo que puede llegar a venir". El presidente de Aragón, Javier Lambán, se ha desplazado este domingo por la mañana hasta la localidad para conocer de cerca la situación.
La situación también es complicada en algunas carreteras aragonesas. Por el momento, ocho permanecen cortadas con motivo de la crecida extraordinaria del río. En concreto, se ha interrumpido el paso de vehículos por riesgo de inundación ante la avenida extraordinaria en la carretera provincial CP-002, entre el kilómetro 17,9 y 20,2, a la altura de Novillas, el primer municipio ribereño del Ebro en Aragón. También en esta localidad, la carretera autonómica A-126, en el punto kilométrico 24,7, en ambos sentidos. En Gallur se ha cortado la circulación en la carretera provincial A-127a, del kilómetro 0 al 1,4; y en Pradilla de Ebro, la CP-003, del 6,9 al 7,6.
La crecida del Ebro superó La Rioja la pasada madrugada, donde el Gobierno autónomo ha desactivado este domingo el Plan especial de protección civil ante Inundaciones, pues todos los aforos del nivel del río han constatado un descenso del caudal del Ebro en su tramo riojano. En Logroño, a las 10:00 horas el caudal registrado era de 922 metros cúbicos por segundo y una altura de 3,97 metros, según la CHE. La avenida del río ha provocado en La Rioja algunos cortes de carretera e inundaciones en zonas de cultivo, pero sin causar daños relevantes en espacios habitados.