ES UN VIAJE SIN ATASCOS, SIN APENAS EQUIPAJE Y CON EMOCIONES FUERTES ASEGURADAS
Cada vez son más los que se animan a ponerse a los mandos de un ultraligero. Las vacaciones son muy diferentes, ya que el equipaje es mínimo y apenas se sufren atascos.
Para experimentar la sensación de vuelo una pareja andaluza, Nieves y Dani, se ha desplazado hasta Casarrubias, en Toledo, con ganas de probar el aparato: "Venimos desde Córdoba. Habremos hecho unas dos horas de vuelo, que son 300 kilómetros".
"Hemos llegado a aterrizar en caminos, mientras hacíamos vuelos veíamos lagos. También hemos estado en la playa", relata la pareja.
Se pueden tomar clases prácticas de vuelo. Cuando tienen cierta experiencia, los alumnos son capaces de volar sin un profesor a su lado. Algunos como José tienen 120 horas de experiencia en vuelo, el equivalente a unos 200.000 kilómetros en coche.
El jefe instructor de la escuela de vuelo de Casarrubias, Ignacio Elduayen, explica las dificultades que entraña la maniobra de aterrizaje: "Cuando te acercas a la pista te das cuenta de la velocidad que llevas, que que te encuentras en un espacio limitado y es donde a uno le cuesta más aprender".
Otra de las opciones es la de tomar un paseo en ultraligero, que se convierte en un original regalo de cumpleaños. Uno de los jóvenes que participan en el viaje afirma que: "Estás en el cielo. Te sientes libre".
El vuelo en ultraligero se trata de una experiencia que todos, tanto aficionados, como veteranos o principiantes, nos termina sacando una sonrisa.